Hoy en día no se quiere formar
realmente al alumnado, y esto puede verse en todas las reformas educativas. En
la revolución industrial se buscaba que el trabajador solo tuviera
conocimientos sobre el trabajo a desempeñar, era más sencillo que no supiera pensar.
Pues actualmente parece que estemos volviendo a lo mismo. Durante mi Practicum
pude asistir a una COCOPE durante la que se trató algunas modificaciones que se
iban a introducir próximamente con la LOMCE y me dejó horrorizada lo que oí.
Resulta que la educación plástica no era importante, así como tampoco lo era la
filosofía. En rasgos generales, se estaban suprimiendo poco a poco las
asignaturas que abren la mente, puesto que iban a pasar a ser optativas, y para
llegar aún más lejos, en bachiller se estaba equiparando la futura optativa de
filosofía con religión, contando ambas para la nota final, yo he asistido
siempre a religión (en mi época era religión o alternativa) y veíamos películas
básicamente, mientras que en filosofía abarcábamos temas más transcendentales,
obviamente la complejidad de una no tiene nada que ver con la otra. Yo en mi
época de estudiante de bachiller hubiera pagado por no cursar filosofía, pero
hoy en día con perspectiva, reconozco que me ha resultado útil, y me ha
aportado unas competencias que de otra forma no hubiera adquirido o me hubiera
costado más adquirir, puesto que esta asignatura enseña a pensar y abre la
mente. ¿Qué es lo que pasará? Los adolescentes evitarán asignaturas así,
asignaturas que requieran esfuerzo, porque a esa edad, no se tienen en cuenta
las competencias que se quieren adquirir ni los conocimientos.
Centrándonos en lo que nos atañe,
la educación plástica y visual, pasará a ser optativa, con lo cual los grupos
se verán reducidos y pocos la elegirán, puesto que está la falsa creencia que
solo sacan buenas notas los que saben dibujar bien (lo he vivido en las aulas
tanto de profesora como de alumna en mi época), sin tener en cuenta que esto
realmente no es así, puesto que abarca muchas más competencias. Los alumnos con
esta asignatura no solo consiguen desarrollar capacidades, percepciones y
conocimientos, sino que desarrollan la imaginación, la inteligencia emocional y
la creatividad, que son cosas muy importantes y que si no se trabajan no es
fácil adquirirlas.
¿Por qué entonces quieren
suprimirla? Su aprendizaje es divertido, no es como por ejemplo Lengua y
Literatura donde deben memorizar, copiar… Sino que interactúan con los
materiales, lo viven, es dinámico… Se aprende no cómo una obligación aburrida,
sino con la participación activa del alumnado que sin darse cuenta está adquiriendo capacidades. Quizás es por
esto por lo que no se le valora, dentro del mismo alumnado considera la
asignatura una maría, y en el profesorado también ocurre. Los maestros durante
toda la primaria no dudan en quitar horas de educación plástica para “materias
más importantes y útiles” como les dicen al alumnado directamente y sin
cortarse, aumentando el sentimiento de que esta asignatura no es importante en
comparación al resto. Si el mismo alumnado y profesorado no cree que sea tan
importante como otras, entonces el gobierno, que no quiere que la gente piense,
debe de reforzar esta creencia para lograr sus objetivos de forma sutil. Lo que yo creo es que se debe de recalcar la importancia
de la educación plástica, y que tanto el alumnado como el profesorado sea
consciente de ello, igualando en importancia con el resto, sobretodo en la
etapa de la primaria, donde cada alumno empieza a encasillar las asignaturas.
Es un trabajo duro, pero no podemos permitir que el alumnado no adquiera las
capacidades que adquiere con nuestra asignatura, porque es útil para su futuro
y de otra forma no sería capaz de adquirir.
Se debe de buscar una educación de calidad para todos,
destinado a satisfacer las necesidades del alumnado durante su vida para poder
desarrollar una vida digna. Puesto que es un proceso para la formación integral de las
personas, y tal y como
recoge el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1948), es un derecho humano fundamental de las personas, y su objeto es el
desarrollo de la personalidad humana y fortalecer los derechos humanos y a las
libertades fundamentales.